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La mayéutica es el arte de las parteras de dar a luz. Sócrates tomó este concepto para su escuela, donde la búsqueda del conocimiento se basaba en el diálogo. La mayéutica nos ayuda a expresar la verdad oculta en nuestro interior.
Es un árbol genealógico que muestra las relaciones entre los miembros de la familia. Un esquema donde podrás ver claramente tu historia.
El lenguaje del subconsciente es simbólico. Mediante el arte, la creación de rituales y el trabajo con los sueños, podemos abrir un canal de comunicación entre nuestro yo consciente y nuestro yo profundo.
La práctica de la meditación vipassana (Mindfullness) entrena nuestro cerebro, fortaleciendo la mente y reduciendo los automatismos.
Por otro lado, la meditación guiada nos lleva a un estado de consciencia donde la ralentización de las ondas cerebrales permite acceder al resentir de las memorias.
Sócrates fue un filósofo de la antigua Grecia que marcó un antes y un después en la historia de la filosofía. Los filósofos llamados presocráticos se preguntaban acerca de las leyes físicas de la naturaleza. Socrátes, en cambio, acerca del ser humano. Su método para lograr el conocimiento era el diálogo. Guiaba con preguntas a sus discípulos para que supieran expresar lo que ya sabían en su interior.
A este método lo llamó Mayéutica, el arte de las parteras de dar a luz. La verdad es como un niño que guardas dentro de ti. A pesar de la ayuda de la partera, es la madre la que puede parir. Eres tú quien sabe la respuesta. ¿Te pregunto?
Su frase "Conócete a ti mismo" estaba en la entrada del oráculo de Delfos. Ahí mismo donde la pitonisa pasaba consulta e interpretaba los mensajes de los dioses. Eso venía a decir "si quieres saber algo, mira primero dentro de tí."
Lo que ocurre en una generación va a tener necesariamente una respuesta en las generaciones siguientes. Eso es lo que el genosociograma nos muestra con claridad. En la estructura de tu árbol genealógico vas a ver cómo las historias se van repitiendo y reparando, y cómo la familia se equilibra repartiendo roles entre sus miembros.
Tú mismo comprobarás qué papel te ha tocado ejercer y cómo en muchas ocasiones has seguido ciegamente las pautas marcadas por la memoria familiar.
Para poder hacer tu genosociograma, vas a recopilar todos los datos que encuentres sobre tu familia. Cuando los ordenemos, verás como todas las pequeñas historias de cada uno de vosotros son parte de una única historia. Conocer esa historia es saber quién te ha tocado ser, y saber eso te da el poder de elegir conscientemente quién quieres ser.
El lenguaje de nuestro subconsciente es simbólico. Lo puedes observar en tus sueños. Es el idioma con el cual tu cerebro se dirige a tu cuerpo, el idioma con el cual se programa.
Creamos símbolos porque percibimos el mundo en tanto que lo experimentamos. Aprendemos en un contexto. La primera vez que percibes un objeto, ese objeto está en un lugar, tiene unas determinadas características, está rodeado de otras cosas y va a ser protagonista de alguna acción. Piensa ahora en un objeto y una serie de imágenes acudirán a tu mente. Ese objeto simboliza todo lo que has visto. En tu cerebro, ese objeto ha desencadenado toda esa serie de información automáticamente. Ése es tu universo simbólico personal.
Hay símbolos que compartimos con toda la humanidad y nos unen como especie, los denominados arquetipos. En cambio, hay símbolos que aportan significados diferentes de una cultura a otra. Tu familia también tiene su propio sistema de símbolos.
Al trabajar con símbolos en desprogramación, vamos a tener en cuenta todos estos niveles de significado: el tuyo personal, el de tu familia, el de tu cultura y el universal.
Trabajo con sueños: cuando dormimos, el subconsciente procesa de manera simbólica la información obtenida durante la vigilia. Llevar un diario de sueños durante la terapia es muy conveniente. Al intentar escribir tus sueños cada día, tu mente se acostumbrará a recordarlos cada vez mejor. Los sueños nos hablan de los procesos internos, son una ventana a tu yo profundo.
Trabajo con arte: los colores, las formas y los materiales son símbolos en sí mismos. Expresándote a través de ellos, construyes un puente de comunicación directo con tu subconsciente.
Trabajo con rituales: se trata de realizar un acto con una fuerte carga simbólica para enviar un mensaje claro a tu subconsciente.
Cuando aprendemos algo, las neuronas se unen en sinapsis y abren una vía de comunicación que nos permite acceder a la información. A partir de entonces, el recorrido de ese camino es automático. Cuantas más veces lo usemos, más marcado estará. La meditación nos ayuda a reaprender, cerrando viejas rutas y abriendo nuevas.
En Vipassana estamos sentados en postura de meditación con los ojos cerrados. Mientrastanto nos ocurren muchas cosas: pensamientos, dolores y distracciones a los que podríamos reaccionar. Pero no lo hacemos. Seguimos observando las sensaciones sin juzgarlas. Esto debilita el estímulo-respuesta automático. Aprendemos a conducir nuestra mente conscientemente.
Otra es la meditación guiada. Logrando un estado de relajación profunda podremos viajar al pasado con menos resistencias. En algún lugar de la memoria hay una emoción oculta, que es la base del programa que queremos desactivar. El programa existe para evitar que revivamos esa emoción. Así que para desprogramarnos, podemos hacer lo contrario y resentirla. Esta vez, pero, estarás acompañado y, desde el presente, con una nueva perspectiva, podrás reconocer esa emoción y soltarla al fin.
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